lunes, 23 de mayo de 2011

~La Bailarina de la Caja Musical.


Todos los días aquí encerrada, cien por cien entregada a mi estricto entrenamiento. No se me permite dudar ni quejarme, ni sentir ni padecer, pues fui creada expresamente para esto.
Para mí no existen ni los horarios ni los descansos, sólo el esfuerzo y la concentración. Toda mi misión en este mundo se resume en preparar minuciosamente cada una de las posiciones y movimientos de la danza clásica, mantener una buena forma física y estar siempre linda con mi moño perfectamente recogido, mi vaporoso tutú y, por supuesto, mis imprescindibles zapatillas de ballet.
Vivo entregada a mi público. Todo el sufrimiento que paso entre estas paredes de madera sólo se ve recompensado si a quien abre la tapa soy capaz de robarle una sonrisa con mi cuidada imagen y mi sutil danza. Lo malo es no saber nunca cuándo será mi aparición estelar ni cuál será el rostro que se asome por la caja de música.
Cada vez que se levanta la tapa, me apresuro a posicionarme en un perfecto arabesque, y comienzo mi bien preparado baile, para que todos admiren a la hermosa bailarina que soy. Son mis cinco minutos de gloria, mis cinco minutos de vida.
Esperaré con impaciencia a mi siguiente visitante, mientras, seguiré entrenando: primera posición, pasamos a tercera,plié y giro.

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